“Los coreanos lo comen crudo, los gallegos lo golpean contra la pared, los griegos con una piedra, los italianos lo hacen con un corcho y el peruano lo hace con una papa”
A mi me ha costado llegarle al punto.
Para llegar al punto idóneo, se requiere paciencia: un pulpo de un kilo puede requerir de 35 a 45 minutos en agua hirviendo que cubra completamente al pulpo. Hay que darle mucho cariño y estar probándolo para buscar ese punto perfecto.
Si es muy pequeño, se cocina muy rápido y queda muy ‘machote’; uno más grande dura más, pero es más sostenible no consumir los pequeños.
Uno de los pasos más importantes es el de la limpieza. Del pulpo se remueven las vísceras (en la cabeza) y el pico que tiene en la confluencia de los tentáculos, en el centro. Para lavarlo mejor, se recomienda restregarlo con sal.
Empezar con agua fría para el pulpo no funciona. El agua debe estar hirviendo y tratar de que el pulpo esté lo menos frío posible.El pulpo se sumerge unos 10 segundos tres veces en agua hirviendo, y luego se cuece.Ya cocido, se puede incorporar en diferentes platos o servir solo con ingredientes que resalten su sabor. Lo cocinas a la parrilla con aceite de oliva y sal y es casi lo único que necesita. Con vinagre balsámico queda muy bueno y con aceite de oliva y pimentón es una delicia.
¿Estas dispuest@ a ensuciarte? ponte un pulpo en tu vida.
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